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El origen de O Timaõ

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Mensaje por Batler Jue Jun 28, 2012 7:24 pm

Extraido de Cancha Llena
Corinthian FC rechazaba los penales, a favor o en contra, porque consideraba que ponían en duda la "honestidad" del fútbol. Y, si un jugador rival se lesionaba, sacaba a uno de los suyos. Bandera del "fair play", Corinthian, con su juego de ataque y pases cortos, era además un gran equipo. En 1884 goleó 8-3 a Blackburn Rovers, entonces campeón de la FA, y en 1904 propinó a Manchester United la paliza aún hoy más humillante de su historia (11-3). Un centenar de sus jugadores representaron a la selección inglesa. El club amateur más famoso del mundo cayó al rechazar los nuevos tiempos del profesionalismo. Al fútbol, decía, se juega por placer, no por dinero. N.L. "Pa" Jackson, fundador del club en 1882, decía que los "gentleman" (amateurs) y los "players" (profesionales) debían estar separados dentro y también fuera del campo de juego. No tenían que compartir vagones del tren ni asistir a conciertos juntos. CB Fry, mítico capitán del Corinthian, enloqueció tras el retiro. Corría desnudo por Brighton, se postuló como Rey de Albania y admiró a Hitler. Son historias menos conocidas del Corinthian que, antes de su caída, salió de gira para enseñarle al mundo los "valores" de la Inglaterra victoriana. En 1910 llegó a Brasil. Cinco trabajadores de San Pablo, pintores de brocha gorda, zapateros y motorman, vieron al equipo inglés y decidieron formar un club "del pueblo": lo llamaron Corinthians.

El rival de Boca esta noche en la Bombonera, me advierte Celso Unzelte, periodista y máximo historiador del club, es el equipo con más campeonatos paulistas obtenidos desde 1902. Y cuando en los '90 ganó espacio el torneo nacional logró 5 títulos del "Brasileirao" y 3 Copas de Brasil. Su historia, sin embargo, está vinculada con el sufrimiento. Todo le cuesta más esfuerzo. Si River penó 18 años sin títulos, Corinthians pasó casi 23 años sin ganar siquiera el título paulista. Fue una sequía que incluyó casi 11 años sin poder vencer al Santos de Pelé, además de una derrota decepcionante en 1974 ante Palmeiras, clásico rival. Esa final marcó una triste despedida para Roberto Rivellino, acaso uno de los más grandes jugadores en la historia del club. ¿Y cómo no recordar la "invasión corintiana" de 1976, 70.000 hinchas que viajaron 400 kilómetros para la semifinal ante Fluminense en el Maracaná? Corinthians (ya "Timao", Equipazo, cuando en 1966 fichó a Garrincha) terminó perdiendo esa final del Brasileirao ante Inter de Porto Alegre. "Fiado sólo cuando Corinthians salga campeón", se burlaban en muchos comercios. Pai Edú y Pai Nilson hicieron un ritual de macumba y dijeron que desenterraron un sapo del Parque San Jorge. Apenas unos meses después, el 13 de octubre de 1977, Corinthians rompió la racha. "23 años en 7 segundos", se llama un documental de 2009 que homenajea la coronación. Marlene, esposa del fallecido presidente Vicente Matheus, cuenta riéndose que lo único que desenterraron los Pai fueron huesos de animal y un cuero con un olor tremendo. Como sea, la histórica serie final de ese campeonato paulista ganado ante Ponte Preta recuerda un récord de 140.000 personas en el Morumbí.

El "sufrimiento" se trasladó entonces a la Libertadores, que no ganó nunca. Su único título internacional oficial, el primer Mundial de Clubes de la FIFA, en 2000, fue en Brasil, en final contra Vasco da Gama y porque Real Madrid y Manchester United fueron a la playa y no a jugar al fútbol. "Não tem passaporte", se burlan entonces los rivales. Dicen que Corinthians sólo precisa el equivalente a nuestra tarjeta Sube para viajar en busca de títulos. Sus hinchas, no obstante, crecieron durante los peores períodos. Corinthians se proclama el número 1 de Brasil y cuenta 30 millones de hinchas. Dice que Flamengo, el más popular según las encuestas, es en realidad un segundo equipo para millones de brasileños que no viven en Río, capital del país hasta 1961. El largo sufrimiento, se afirma, multiplicó las adhesiones y posicionó a Corinthians como el equipo del pueblo. En "El casamiento de Romeo y Julieta", film de Bruno Barreto de 2005, Romeo, fanático de Corinthians, se aprende hasta de memoria equipos campeones de Palmeiras para ganarse al suegro, que bautizó Julieta a su hija en honor a Julio y Echevarrieta, delanteros míticos del "Verdao" (por la camiseta verde del equipo). "¿San Jorge, qué me está pasando?", invoca Romeo al patrono del Timao, tras fallar en su primera noche de sexo con Julieta, porque ella duerme sobre un estampado verde de Palmeiras. También rechazaron el color verde del campo sintético los obreros que están construyendo en Itaqueira, con financiación pública, el estadio de Corinthians que será sede de la apertura del Mundial 2014. Ahora juegan fútbol sobre un césped de color gris. Los rivales no se quedan atrás: "Aparecieron en estos días por todos lados camisetas de Boca en escuelas, calles y subte", me dice desde San Pablo el colega Pablo Giuliano. Son hinchas de Palmeiras, San Pablo o Santos.

Uno de los equipos más recordados es el de la "Democracia Corintiana", el plantel autogobernado que lideró el fallecido Sócrates. Pedía elecciones directas en Brasil en 1982 y era apoyado por intelectuales y trabajadores, desde Gilberto Gil a Lula. Fanático del Timao, Lula era entonces líder sindical y en 2003 fue primer presidente obrero de Brasil. La Democracia Corintiana, en realidad, fue una "primavera" en un club de perfil ante todo "conservador", me admite Unzete. A partir de 1993, con el presidente Alberto Dualib, Corinthians estableció sociedades polémicas. Primero fue el Banco Excel, luego Hicks, Muse, Tate & Furst y, finalmente, Media Sport Investment. El MSI del iraní Kia Joorabchian y del ruso Boris Berezhovski, investigado por lavado de dinero, fichó a Carlitos Tevez con dólares girados desde un paraíso fiscal a Nueva York y comisiones pagadas en Gibraltar. La conquista del Brasileirao de 2005 fue una fiesta, pero terminó con el MSI en huida, Corinthians descendido en 2008 y Dualib en retiro. Fue el turno de Andrés Sanchez, ex mano derecha y sucesor de Dualib, que asumió con el apoyo de Gavioes da Fiel, la mayor hinchada organizada del mundo, con casi 100.000 socios y sectores radicales responsables de algunas de las 155 muertes que sufrió el fútbol de Brasil en los últimos 24 años. Con Sanchez, Corinthians, el equipo del pueblo, pasó a ser conocido como "el equipo del poder".

El Corinthians de Sanchez derrumbó al "Club de los 13", que agrupaba a los equipos de Primera. Pasó a negociar individualmente su contrato de TV y formó una poderosa alianza con la Globo. Además, desbancó al Morumbí como estadio paulista del Mundial 2014. El arribo de Ronaldo, primero como jugador, y luego como empresario con su firma 9ine, duplicó los ingresos de los patrocinadores. Sanchez, ya no más presidente, pero aún hombre fuerte del club, ahora es director de selecciones de la CBF. Y Ronaldo es la cara del Mundial 2014. Ambos posicionaron a Corinthians como club SA, modelo de marketing, según estudios que omiten que la deuda creció a unos 100 millones de dólares. El jugador chino de manual contratado en enero pasado, Chen Zhizhao, sigue sin jugar y tal vez no jugará nunca. Tras el fiasco de Adriano, fracasaron las gestiones por "repatriar" a Robinho o Alexandre Pato. La vuelta de Tevez sigue en proyecto. No es utópica para un club que, gracias a la Globo, casi cuadruplica los ingresos que Boca recibe de la TV. Paradójicamente, Corinthians llega a su primera final de Libertadores con un equipo sin marketing ni "jogo bonito", pero "que recuerda al Boca de Bianchi", según me apunta otro colega paulista. Es un Corinthians que carece de grandes estrellas. Pero cuya historia, que incluye a cracks como Gilmar y Domingos da Guia, descansa también en jugadores como Neco, ya en el club desde la fundación de 1910. Ocho veces campeón paulista y goleador y líder de la selección brasileña que ganó el Sudamericano de 1919, Neco comandó una invasión a la sede del club en 1915 para evitar que los acreedores se llevaran los muebles de las oficinas. Una estatua recuerda su figura en el Parque San Jorge.
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Mensaje por Batler Jue Jun 28, 2012 7:39 pm

La historia que transcribí en el post de inicio, puede parecer divertida, sosa, interesante o decepcionante, pero si es verídica y evidentemente su autor Ezequiel Fernández Moore se documento muy bien, por ello puede resultar curioso para algunos o totalmente coherente para otros, entre los que me incluyo la singular forma en la que soslaya la figura del emblemático jugador Socrates en el relato transcripto.
Los invito entonces a leer otro enfoque de la historia del Timaõ quizas no tan "docto" como el del escriba de LA Nazion" pero si bastante más divertido. Fuente http://www.la-redo.net/etimologia-y-fobal-xi-45659/

El rastreo por el origen de los clubes de fútbol, a esta altura ya estamos utilizando palimpsestos (?), nos lleva hasta Brasil, más precisamente a la ciudad de San Pablo. El turno es del Sport Club Corinthians Paulista, nada menos.

Joaquim Ambrósio, Carlos Silva, Rafael Perrone, Antônio Pereira y Anselmo Correia eran cinco muchachones con ganas de vivir (?). El fútbol en San Pablo mostraba ya una popularidad incipiente pero básicamente era un deporte de elite, cuando hablamos de elite quiere decir de clase media alta. Los muchachos de la zona de Bom Retiro un día se fueron hasta el estadio del Velódromo porque allí jugaría un equipo inglés que andaba dando vueltas por la zona, el Corinthian Football Club. Este equipo fundado en 1882, era de Londres y surgió con la idea de jugar solamente amistosos con equipos amigos. Pero un día lo metieron en la FA Cup y le entraron a romper el culo a todos (?). Pero los dirigentes de este club no querían saber nada con la mínima profesionalización que fuera posible y apenas se creó a la asociación amateur se afiliaron a ella y por lo tanto dejaron de participar en los otros torneos. Entonces se dedicaron a predicar, había que llevar el mensaje del fútbol y se dedicaron a hacer giras alrededor del mundo. Así fue como inspiró al Real Madrid con sus colores, el blanco impoluto, unos colores de aquellos (?) y así fue también como un día de 1910 paseó el Corinthian su fútbol por San Pablo ante el asombro de nuestros amigos paulistas que inmediamente pensaron en fundar un club.

Joaquim, Antonio, Rafael, Carlos y Anselmo eran de clase trabajadora. Los dos primeros eran pintores de brocha gorda, Rafael era zapatero, Anselmo era motorman y Carlos no sabemos pero quizás era maconheiro (?). A ellos hay que sumarles a otros laburantes que también habían ido a ver el partido y se habían deslumbrado con lo visto. Tan cebados quedaron que enseguida decidieron hacer algo. Y cuenta la historia que a la luz de una lámpara de gas, en la Avenida dos Imigrantes, hoy conocida como José Paulino, esta gente armó un primer estatuto y de buenas a primeras fundaron el club. El problema solamente radicaba en que eran pobres (?). Se necesitaba algo de financiamiento y el amigo más rico que tenían era un sastre al que le iba más o menos bien llamado Miguel Battaglia quien aceptó ser parte del reto.

En reuniones posteriores se comenzaron a decidir cuestiones importantes, sobre todo la de elegir el nombre para la entidad. Se tiraron varias propuestas, como Santos Dummont, Carlos Gomes (?), Guarani pero a Joaquim Ambrósio se le ocurrió el nombre Corinthian, dado el paso de ese fantástico equipo inglés. Y todos lo aceptaron de buena gana. Y el nombre original era como el de su precedesor, sin la s final, pero la gente que empezó a seguirlos y la prensa también los llamaba el Corinthians y por lo tanto la última letra fue incorporada. Así surgiría entonces el Sport Club Corinthians Paulista. Miguel Battaglia sería elegido el primer presidenchi y las reuniones de comisión directiva se realizaban en la peluquería o barbería para ser más precisos, del hermano de Miguel. La camiseta elegida tenía un color crema con los puños negros, esos fueron sus colores originales. El tema es que por esa época no había skip intelligent (?) y la camiseta se fue decolorando con los lavados hasta que quedó blanca. Los vivos negros persistieron y así quedaron definidos sus colores para siempre.

A los pocos días de fundado, el Corinthians ya tenía su primer rival. Se trataba del União da Lapa, un equipo de bajo vuelo (?). En realidad era un equipo algo respetado en la ciudad que tenía además varios partidos en el lomo. El Corinthians fue de visitante además y todos esperaban una goleada, pero no, perdieron apenas 1-0. Allí nacería el concepto de derrota digna, tan cercano hoy a clubes argentinos (?). Corinthians formó con: Valente, Perrone y Atílio; Lepre, Alfredo y Police; João da Silva, Jorge Campbell, Luiz Fabi, César Nunes y Joaquim Ambrósio. Sí, el tipo que le diera el nombre a un club para la eternidad se dio el gusto de jugar en el primer partido de su club. A los pocos días, Corinthians jugaría en el campo de la Avenida de Imigrantes con Estrela Polar, club famoso por llevar mucha de gente de visitante (?). Sería esa la primera victoria al vencer por 2-0 a este también reconocido, en la época, equipo paulista. Luiz Fabi pasaría a la historia también por ser el primer jugador en anotar un gol en la institución. A partir de allí, Corinthians tendría dos años de invicto.

De movida el club fue popular, la gente lo seguía porque era un club de gente trabajadora y veía algún tipo de identificación entre sus fundadores y ellos. A medida que creía la torcida crecía también el juego del equipo y así fue como en 1913 el club pidió una plaza en la liga paulista, la que le fue concedida pero con la obligación de jugar una eliminatoria que pasó sin sobresaltos. A partir de ese año el club comenzó a participar oficialmente. Pero su primer partido no fue para alegrarse. Derrota 3-1 con el Germânia, donde lo único para recordar es el primer gol oficial que registra Corinthians, cuyo autor fue Joaquim Rodrigues. De todas formas en su primer torneo paulista el Corinthians no lo hizo del todo mal y terminó en el cuarto puesto. En el torneo de 1914, el equipo arrasó. A partir de allí comenzaría a forjarse la reputación del time, obteniendo algunos campeonatos paulistas y en 1922 la Copa Centenario de Brasil, que no está tan reconocida en Brasil como sí por suerte en Argentina con el título que perdiera River contra…bueno, investigaremos quién la ganó (?). Al otro año el club inauguró su propio estadio, denominado Alfredo Schürig, aunque popularmente conocido como la Fazendinha, que sería algo así como “la haciendita”. En 1928 ya jugaría en el Parque São Jorge. Respecto al escudo, éste fue variando en esos primeros años. Pero quedaría más o menos como lo conocemos hoy desde 1933 cuando el remo se incorporó a las actividades de la institución y por eso se ven dos remos rojos, una cosa así medio marina, en fin, es un cambalache pero a sus hinchas les gusta.

Futbolísticamente el Corinthians nunca estuvo a la altura de esa pasión popular. Si bien la década del 20 fue dorada, en los años siguientes esto no se daría tan así. A principios de la década del 30, la Lazio de Italia se llevó como medio equipo, su arquero se tuvo que retirar del fútbol por una neumonía (?) y el club comienza a andar mal económicamente. Deja de ocupar los puestos de vanguardia y empieza a perder por goleada en los clásicos. La década del 40 sería aun peor, en realidad tan mal no arranca dado que en 1941 vuelve a obtener un torneo paulista pero de allí en más nada. Lo rescatable de este momento es que se inagura en 1940 el Estadio Pacaembú y debido a la multitud que acompañaba a Corinthians el club comienza a jugar en este estadio que pertenece a la Municipalidad de San Pablo y que se llama en realidad Estadio Municipal Paulo Machado de Carvalho. Años más tarde siguió Corinthians obteniendo torneos paulistas, también ganó una Pequeña Copa del Mundo en 1953, algunos torneos menores también pero no tenía aun ese peso sostenido de equipo de primer orden. La década del 60 directamente fue un espanto, no obtuvo ningún título pero además por ese entonces al equipo lo bautizaron como el “Faz-me Rir”, o sea, hazme reir. Los años siguientes siguieron igual, era un equipo pintoresco, de gran popularidad como decimos, pero con poca participación en etapas decisivas. Pero en 1977 en un torneo paulista y con la obtención de esa competición venciendo a Ponte Preta, el club empezaría a dar un giro. Que se incrementó notablemente cuando en 1978 llegó Sócrates a la institución.

Sócrates, a esta altura el lector estará de pie y se sentará no sé, cuando termine sus obras completas (?). Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira nació en Belem en 1954. Jugó durante cuatro años en el Botafogo de Riberão Preto y llegó a Corinthians poco antes de que terminara la década del setenta. La elegancia en su juego, es el mejor taqueador de la historia, se condecían con su apertura mental provocada por una familia que emigró de Israel y cayó en Brasil. De hecho, todos conocemos a Raí, su hermano que la rompiera en Sao Paulo, pero Sócrates tiene dos hermanos también que se llaman, anotá: Sófocles y Sóstenes. Cómo sóstenes un nombre así, no sé (?). La cuestión es que la llegada de Sócrates cambió la historia del Corinthians.

En esa época de dictadura militar el club vio la necesidad de encontrar una nueva estructura organizativa que le permitiera no quedar absorbido bajo los efectos de una situación de represión. Y lo hizo de la mejor manera: se democratizó absolutamente todo, los jugadores, de la mano de Sócrates, participaban en todas las decisiones que se tomaban, los entrenamientos eran ejercicios de cooperación, los fichajes se discutían entre todos en especies de asambleas, todo funcionaba bajo lazos de solidaridad con democracia cuasi directa. Increíble. Atilson Monteiro Alves, su director deportivo y Sócrates, su figura emblemática eran dos sujetos más de este proceso de transformación real en lo que hace a una institución futbolística refiere. Sí, gestión anarcosindicalista, en medio de una dictadura, en un club de fútbol. La utopía trascendió el límite de lo deportivo y pasó hacia una nivel más general, cuando hubo campañas para elección de gobernador, alentando el fin de la dictadura. Casagrande y Wladimir, también referentes futbolísticos, se sumaron al proyecto que realmente estaba destinado a realizar un profundo cambio social. Pero claro, eran atacados de todos lados y era difícil resistir. El sueño terminó en 1985 cuando en unas elecciones fraudulentas realizadas en el club dejaron sin continuidad el proyecto de democracia corinthiana. Pero siempre estará a mano, en un libro de Jorge Amado o en una canción de Gilberto Gil, este momento inolvidable de la historia brasileña.

Sócrates fue vendido a Fiorentina, el mejor club de Italia, ok es discutible (?), y con esa plata se armó un equipazo que no obtendría títulos inmediatos pero sí Corinthians lograría ganar el Brasileirao en 1990 para luego empezar a hacer papelones a lo chino en la Libertadores (?). Eliminaciones de todo tipo y color se combinaban con la conquista de alguna Copa de Brasil, grandes jugadores como Viola, Neto, Marcelinho Carioca, Zé Elias, Tupanzinho, Souza y muchísima gente alentando en todos lados. Este fanatismo popular tiene también el personaje insigne de Lula Da Silva quien se cansa de barriletear con que es la hinchada más apasionada de Brasil y el mundo, que Flamengo no existe y que Pele debutó con un pibe aunque eso lo piensa, no lo dice (?). Lula fue honrado con el no menos barrilete título de Torcedor Simbolo do Centenario. Más allá de esto, queda claro también que el origen inmensamente popular de Corinthians se conjuga con este tipo de clase baja que llegó a ser presidente de Brasil.


Hacia finales de los 90 se vería lo mejor de Corinthians en su historia obteniendo dos Brasileiraos más, en 1998 y 1999 y el dichoso mundial de clubes en 2000, para los corinthianos el mayor logro dela sua vida (?). Recordamos, en 1999, la FIFA crea el torneo mundial de clubes para reemplazar a la Intercontinental. En 2000 se juega en Brasil con los campeones de las confederaciones, un invitado y el campeón del Brasileirao. La Intercontinenal igual se disputaba y en realidad el patrocinio de Toyota era lo fundamental acá, por eso nadie recuerda mucho este torneo, la mayor hazaña de Corinthians de paso. Corinthians le ganó la final a Vasco en un campeonato que tuvo al Real Madrid y al Manchester United pensando más en la playa que en otra cosa.

Acosado por problemas financieros de todo tipo en 2004 el club firmó un pacto con el diablo. La empresa MSI se hacía cargo del club, poniendo dinero e incorporando refuerzos estrella como Carlos Tévez y Javier Mascherano. Todo parecía bien, porque Carlitos tuvo un gran campeonato y el club ganó su, hasta ahora, último campeonato nacional. Pero el desastre sobrevino después. Recordamos todos a Kia Joorabchian, el representante de MSI en Sudamérica que salía siempre en el programa de Fernando Niembro haciéndose el gracioso pronunciando Calito. Este hombre arreglaba los entuertos financieros de una familia rusa, relacionada con la mafia que tenía el crapuliento (?) nombre de Boris Berezovsky detrás. El acuerdo era sencillo: MSI prometía hacer un super mega equipazo, hacer un estadio nuevo y recibir a cambio el 51% de los ingresos anuales del club. Todos recordamos el pase de Tévez, cómo Boca vendió de manera poquísimamente clara a su jugador, cómo la justicia se cansó de investigar operaciones fraudulentas en este negocio, cómo en Brasil jamás vieron un peso de esa transferencia. Mientras el club ganaba, entonces todo se tapaba. Al año siguiente Tévez y Mascherano fueron invitados a huir por parte de sus jefes y cayeron en Inglaterra. Corinthians comenzó a perder y su presidente Dualib empezó a reconocer que había cosas que no andaban bien. Se decidió en 2006 romper el contrato con MSI, lo cual tenía una cláusula que Corinthians debe pagar. Aun hoy se sigue discutiendo eso en la justicia de Brasil. Para colmo en 2007 se va a la B, aunque logra volver al año siguiente.

Esta es la herencia que tomó su actual presidente Andrés Sánchez. Y Corinthians ahí anda, con Gaviões da Fiel, su gran hinchada que tiene más organización que la UNESCO (?). Con un equipo donde se destacan (?) Matías Defederico y Aldo Bobadilla. No, un equipo donde emerge la monumental figura de Ronaldo. O Gordo que sigue dando cátedra en todos los niveles humanos con una panza cargada de talento. Un club que tuvo a su Reizinho do Parque, Rivelino, dicen el mayor ídolo del Timao. Corinthians, un club que persevera en el apoyo popular de sus seguidores, que tiene incorporado su sentido etimológico en la piel de todos sus torcedores y de los jugadores que visten su camiseta. Un club que vivió un momento utópico como pocos clubes en el mundo han tenido. Un grande, de Nuestra América.
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Mensaje por morocha Lun Jul 02, 2012 5:31 pm



Muy interesante, un placer leer tus informes Batler Very Happy Very Happy
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Mensaje por Batler Lun Jul 02, 2012 11:04 pm

Obrigado, y yo disfruto de tus papillons cherie Smile
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Mensaje por Motas Miér Jul 04, 2012 5:41 pm

un informe muy completo, gracias batler... y esperemos el partido de esta noche Wink
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Mensaje por Spitzer Miér Jul 04, 2012 8:22 pm

Seh, esperemos que gane Boca...
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